Accidentes y sanaciones

El sábado pasado (9 de Julio) sufrí un estrepitozo accidente; mientras estaba dando la charla al grupo de familias diversas me recargué en la mesa que hace las veces de escritorio. Esto ya lo había echo varias veces y a decir verdad las últimas no me daba confianza del todo. Pues ahí estaba yo amitas del discurso acerca de la comunicación Padre-hijo y la confianza que nace cuando RAJAPLUM!!!!! que se revienta el cristal y la madera, un escandalazo de vidrios y madera rotos, como dijera alguna canción "sentí que la tierra se hundía".

Tuve la fortuna de que el marco de la mesa no se rompiera y yo quedara colgado del mismo sostenido apenas por mis pantorrillas y antebrazos con todo el trazero al aire. La gente del taller se levantó super asustada, alguien gritaba: "¡¡¡Cronopio!!! ¿qué te paso? ¿estás bien?. Yo super asustado lo que hize fu voltear a todos lados para ver qué había pasado y cómo salir del atorón. La puerta se abrió y entraron 5 personas asustadas. Entre todos quitaron los vidrios que estaban abajo de mi para poder bajar y pararme.

Ya con los pies en el suelo a revisarme; la espalda, bien cero heridas, mano derecha OUCH una gran herida en la base del pulgar; brazo izquierdo un gran raspón en toda la parte interna del antebrazo; una pequeñas heridas en toda la mano. Al baño a lavarme, en eso entró un muchacho que estaba en la otra habitación que afortunadamente es médico, al revisar la herida de la mano derecha me dice que es conveninente ir al hospital porque "se necesitan un par de puntos".

Yo no lo creía necesario, ya había dejado de sangrar y "con una bandita adhesiva queda". Pero ante la insistencia me dirigí al hospital. Como buen Hombre (fuerte, macho, macizo) me fuí solo al hospital. En el camino pensé en mi buen amigo Sinister, en que esto a lo mejor sería una buena práctica para él. (saludos hasta Santiago)

Me atendió una doctora muy simpática, Silvia, la tuve atacada de la risa mucho rato y me dijo que fui un muy buen paciente, que mucha gente con menos de lo que yo tenía entraba histérica.

Me revisó la herida de la mano derecha, en efecto necesitaría puntos, dijo que era tan profunda que se veía el cartílago. Y empezó a preparar todo, su asistente era un enfermero llamado Pepe, muy profesionales los dos hicieron todo lo necesario, hubo un poco de dolor al momento de poner la anestesia pero pasó pronto. Y a coser, era muy peculiar el sentir que algo atraviza la piel y se desliza sin el mas mínimo dolor; fueron 5 puntos en este lugar.

Despues paso a la herida en la mano izquierda, justo entre el dedo meñoque y el anular. Yo creía que era una pequeña herida sin importancia, pero al revisarla me dieron un par de puntos también ahi. Aquí sí el dolor fue mucho mayor a la hora de la anestesia y por lo difíl de la zona, se tardó un poco mas en el procedimiento.

Al final, todo bien.. nada de dolor, mis manos con sus costuras (hilos azules!) y el cronopio se fua a cenar.