De la muerte y su compañía

El jueves me llamó mi hermano el menor, estaba (y aun está) muy sacado de onda por una noticia que acaba de recibir; Javier un ex compañero suyo, tuvo un accidente mortal en carretera.

Javier llegó a ser como uno más de la familia, durante la secundaria y por casi dos años viviò en casa con nosotros asi que todos le quería mos mucho, ya para la preparatoria se fue a Monterrey a vivir con su papà y mentenìamos contacto ocasional con él.

Entiendo el sentir de mi hermanito;hasta ahora, solo le había tocado que gente cercana falleciera por edad (mis abuelos, algunos tíos) o por una enfermedad (mi papá). Mi hermano se enfrenta con hecho de que la muerte está cercana a todos y que en cualquier momento culaquiera podemos ser el siguiente.

Estuve hablando con él de eso y recordé cuándo me enfrenté con la misma situación, Arturo un excelnte amigo, compañero de la universidad y del grupo de teatro sufrió un accidente mortal rumbo a la Feria de San Marcos. Fue cuando me di cuenta de mi vulnearabilidad como humano, de que realmente aqui estoy de paso, asi como la gente que me rodea, de que no sólo los viejitos y los enfermos se mueren. Fue cunado realmente aprendí a soltar.

Ha sido padre revivir esto con mi hermano y el poder platicar con él de esto.