Fin de semana 19 nov/2004
Este fin de semana ha sido por fin tranquilo, después de tener una temporada pesada. Empezó el viernes con le compromiso hecho con Oscar que tenía mas de un mes sin verle, llegué a su casa a las 21 horas como habíamos quedado y resultó que venía retrazado, me mando un mensaje vía celular y lo esperé un rato escuchando música afuera de su casa. Llegó y nos pasamos, el chisme estuvo bueno había mil temas para ponernos al corriente. Le conté el drama que viví este mes pasado, me contó de la evolución que ha tenido la relación que está llevando con su ex, todo esto entre trago y trago de vodka tonic. La tripa gruñó y fuimos a cenar al italiannis de Plaza Galerías, continuando con la tranquila charla que terminó a la una de la mañana.
El sábado por la mañana estuve como Bree Van De Kamp (ver Desperate Housewifes para referencia cultural) en casa, fui al supermercado a reabastecerme de víveres y con la excelente sorpresa de que hay cerezas importadas de chile compré medio kilo, más por tentación que otra cosa ya que están bastante caras. Pasé a saludar a mi madre y por la tarde fui a la expedición culinaria del Krápulas&Krótalos Klub por los nuevos rumbos de la casa de los Pololos. Cenamos en Gabina escolástica un riquísimo pozole, caminamos por la plaza de la Basílica de Zapopan y regresamos su casa. Poco más tarde me despedí de ellos y me dirigí a casa del Rick ya que tenía reunion para festejar sus 6 meses de relación y me quería presentar a su novio; resultó ser alguien a quien conocía de un par de reuniones así que la tensión se redujo muchísimo.
La velada estábamos: tres parejas de lesbianas; rick y su novio; otro chavo bastante atractivo, y yo. Me pareció muy sospechoso eso, Rick sabe bien mi estado de ánimo y mi actual apatía ante conocer pretendientes y empecé a sentirme un poco incómodo, de hecho por parte de este chavo hubo por un momento el juego de te veo pero no me veas y no quiero que te des cuenta de que te veo. No seguí el juego y después salió a colación que recién terminó una relación de tres años.
Fuera de ese detalle, la velada fue fantástica, nos reímos mucho, filosofamos, resolvimos el mundo y lo volvimos a descomponer, en un momento alguien bostezó miró su reloj y gritó. ¡¡ las cuatro con veinte de la mañana!! El tiempo había volado y no nos dimos cuenta. Todos miramos nuestro reloj y nos dependimos rápidamente. Yo había quedado con AzulCronopio de ir a las nueve de la mañana, a la casa que recién vendió, para sacar el guayabo.
Me despertó el timbre de mi celular a las 8:45 AM: un mensaje recibido a las 8:45 en que Azul me decía que pasaría por mi a las 9:30. Yo apenas pude tomar unos jeans y una playera, bebí un poco de jugo de manzana y la esperé.
Fue triste despedir la casa, esa casa que conocí cuando recién la compró Azul y me tocó ver cómo se fue armando. Viví ahí muchas veladas, muchas madrugadas, algún año nuevo fue recibido en la azotea y varias veces lloramos y reímos ahí. En ese momento la vecina empezó con sus gritos y recordé que esa era la razón por la venta de esa casa.
Ya hecha la despedida me dejó en casa de nuevo y fui a comer con mi madre y me contó de la posibilidad de comprar la casa de Kuis, cosa que me emociona mucho ya que me encanta, cruzaremos los dedos.
Mas tarde le llamé a OsKaRR (otro no es el mismo amigo que Oscar), le he plantado un par de veces y estaba apenado por lo mismo, le pedí me invitara un café y que de pasadita compraba un poco de pan dulce. Me estuve con él y su novio hasta las nueve de la noche.
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