La soledad a dos años.
Hace dos años tomé una decisión. Hace dos años hablé con quien entonces era mi novio, amante, marido, compañero o como cada quien guste nombrar a dos personas del mismo sexo formando una pareja.
Después de 8 años de relación, mucho tiempo de convivencia, de cosas buenas, malas y regulares; de vivencias sin igual y también de un largo tiempo de estancamiento, todo esto llegaba a su final y cada quién seguiría su vida.
Para decidirme a hablar con FP me tomé mucho tiempo; hacía largas y me decía que sólo era mi imaginación, que era una corta etapa que esto ora tan crítico y que pasaría; en fin, tenía muchas ganas de que la relación siguiera. Pero la realidad era demasiado abrumante y las cosas no podían seguir como estaban.
Esta ha sido mi relación más larga; antes tuve una de 3 años y la anterior a esta duró un año; los tiempos entre otra fueron de entre seis y ocho meses.
Hoy, son dos años sin tener a alguien especial en mi vida, esta ha sido la etapa más larga, desde que me acepté como gay, que he vivido en lo que se puede decir sin compañía. Realmente ha sido algo difícil e interesante, ha sido una etapa en la que he aprendido muchas cosas y en la que me confrontado conmigo mismo de manera tan frontal y directa que muchas veces ha sido doloroso y en otras ha sido triste, pero en todas ha sido de crecimiento.
Me he dado cuenta de mi miedo a la soledad, de que por no estar “solo” (si, entre comillas) he hecho muchas tonterías y he aprendido que el estar rodeado de muchas personas no es dejar de estar solo, que la compañía más importante es la que tengo conmigo mismo y que estar conmigo es también algo muy rico. Me he dado cuenta de que me cuesta relacionarme con la gente, que tengo un fuerte complejo en el que mi estima la finco en lo que los demás piensan y opinen o, peor aún, en lo pudiesen pensar. Me doy cuenta de la cantidad de personas que he perdido por este complejo y de lo importantes que son mis amigos y más aún de lo importante que es el conservarlos.
También estoy viviendo cosas muy interesantes y divertidas como ha sido el salir de disco y coquetear abiertamente (cosa que he tenido que aprender ya que no lo había necesitado) o también el ser el único de mis amigos que de repente se encuentra sin pareja y al que empiezan a buscarle alguien.
No me había tocado que alguien quisiera hacerme el favor de conseguirme novio y verdaderamente es algo ya no se si nefasto, patético o divertido; desde el hecho de que empiecen a hablarme de alguien (que generalmente ya conozco) con frases “ juanito es buenísima onda y tampoco tiene pareja, ¿no te interesa?” “pedrito es un tipazo, no se cómo es que está solo” (y luego esa mirada de borrego antes de morir). Y claro también legan esas invitaciones a cenar en que únicamente (que casualidad) estoy yo y alguien más de solteros.
Ha sido interesante este par de años, pero verdaderamente quiero compartir mi vida. ¿se apunta alguien?
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